tristeza por el padre lucas

En medio de una gran caravana conformada por sacerdotes y feligreses, entró a la parroquia Nuestra Señora de Chiquinquirá el féretro del vicario Luis Carlos Orozco.

Unidos en una sola voz de rechazo por su asesinato, los santuarianos le dieron el último adiós al padre amigo que siempre trabajó en pro de la comunidad.

Ómar Orozco, primo del presbítero, lo describió como una persona muy alegre y amable. Sobre todo, como un fiel amigo dispuesto a brindarle su apoyo.

"No entendemos porqué pasó esto, pero en cierta forma sabemos que nos ganamos un ángel en la familia", comentó en medio de una profunda tristeza.

También recordó que Lucas, como le decían cariñosamente, siempre tuvo una gran vocación por el sacerdocio y que su mayor anhelo era ayudar a los jóvenes, motivándolos a seguir adelante.

"Me estoy formando como sacerdote y él me daba muchos ánimos para que yo siguiera en este camino", puntualizó.

Entre los fieles, la muerte de Lucas, además de dejar un vacío inmenso en sus corazones, los llena de dudas, ya que no entienden cómo pudo pasarle esto a un ser tan bondadoso.

"Era un excelente sacerdote, con una humildad increíble y muy caritativo. Sus misas llegaban al corazón y su humildad se reflejaba entre quienes lo conocimos", dijo Teresa Gómez, habitante de El Santuario.

La despedida
En medio de una sentida ceremonia, que se llevó a cabo a las 2:00 de la tarde, el arzobispo Metropolitano, Monseñor Ricardo Tobón, destacó la transparencia, sencillez y dinamismo del sacerdote.

Lamentó profundamente lo ocurrido e hizo un llamado a los jóvenes y a la sociedad para que vivan en sana convivencia y respeten la vida de los demás.

"¿Por qué un sacerdote en toda su vitalidad es víctima de un asesino?", se cuestionó, a la vez que resaltó que aunque corto, el ministerio del padre Luis Carlos fue "muy fecundo".

Por último, pidió que se esclarezcan los hechos y que se haga justicia.

Hacia las cuatro de la tarde, el cadáver del vicario fue trasladado al cementerio del municipio, a donde cientos de fieles lo siguieron para despedirse del líder que recordarán por siempre.